Hoy les platicare de Juventino, mi primer amigo gay a quien conocí en el que fue también mi primer trabajo oficial -una esquina en la calle Sulliban... (es broma, ok!)-. Bueno, el día que nos presentaron mi radar vibro como nunca. Debo aclarar que regularmente no me gusta indagar en lo ajeno aunque en este caso tenía un pretexto para investigar, se trataba de alguien a quien ya consideraba un amigo y también, era la primera persona en mi vida que a mi parecer, compartía más cosas en común conmigo que el simple rollo laboral.
Pero, ¿Como descubrir si Juventino era gay o no?. Un día, el Señor me ilumino, decidí escribirle una nota que decía: ¿Juvens, eres gay?. Al otro día por la mañana me confronto rápidamente '...jovencito, usted y yo tenemos una platica pendiente', su respuesta fue 'Si'. Me explicó además que tenía un novio desde hace ya tiempo. Así fue el comienzo de una buena amistad que hasta ahora nos une.
Tú preguntaras, ¿Y a mi que diablos me importa la vida de este guey?. Bueno, ya casi llego al punto.
Juventino se volvió muy importante para mi, fue como un maestro. El me llevó a los primeros tugurios de mala muerte y también me dio las primeras clases sobre cuidado personal, auto aceptación homosexual y 'perreo' profesional, esto ultimo nunca lo comprendí del todo.
En fin, un día Juvens me llamo por teléfono diciendo: '...Creo que ya es tiempo de que me conozcas mejor', luego me informó que había reservado una habitación en un hotel de la ciudad y que yo, y no su novio, era su invitado aquella noche. Llegamos al hotel, entramos al cuarto, el cargaba una mochila, se metió al baño, me dijo que me esperara, que me preparara, que me aguardaba una sorpresa, efectivamente lo fue. Lo que salió del baño minutos mas tarde no era Juventino, me lo habían cambiado, ahora era ella y no el.
Juventino me confesó que algunas veces solía vestirse de mujer por las noches. Se río un poco luego de ver mi cara de espanto, luego tomó su bolso, se metió en unas zapatillas y salimos al encuentro de la noche. Caminábamos por Garibaldi, el intentaba explicarme un poco sobre si era transvesti, transexual o transgenero cuando de repente, un ganguero que pasaba a nuestro lado le arrancó la peluca dejando al descubierto su pelo embarrado con kilos de gel que literalmente parecían lengüetazos de vaca.
No importando lo anterior salimos varias veces y aunque el disimulaba bastante ser un hombre vestido de mujer, la gente lo descubría, tal vez por su caminar o por su voz un tanto aguardientosa. Las reacciones eran de todo tipo, la mayoría negativas.
Los gays sentimos la homofóbia pero, creo que mucho peor es la transfobia, algunas veces incluso proveniente de la misma comunidad homosexual. Estamos tan acostumbrados a lo femenino y masculino que nos espantamos de lo diferente, sin dejar cabida a nada más. Nos mofamos de eso femenino que surge en un cuerpo masculino y viceversa.
Ser 'trans' verdaderamente requiere de valor, ante los padres, la familia, los amigos, los baños públicos -hechos solo para hombres o mujeres-, el peso de las miradas en la calle, la vendedora de ropa, de zapatos o de maquillaje en un centro comercial, las mujeres que están en la fila esperando también para probarse algo, el cajero en la gasolinera, los compañeros de trabajo, el empleador incrédulo de su capacidad laboral, la multitud que espera el show, la pareja insegura, el anhelo de una, e incluso, el cirujano listo para efectuar el cambio físico tan esperado.
Ser gay, lesbiana o bisexual es de por si ya difícil, entonces, me pregunto porque a veces actuamos tanto como los heterosexuales que tanta lata nos dan por su intolerancia y no aceptación.
Información sobre la comunidad latina GLBT en: 'Homofrecuencia', se transmite todos los lunes de 8 a 10 de la noche en Radio Arte 90.5 FM, Chicago. También puedes escucharlo en vivo a través de la internet en la pagina: www.radioarte.org .
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