¡Albricias! ¡Albricias! ¿Qué creeen? Les cuento que por fin ya, ahora si, su alienado servidor que mes tras mes se balconea con ustedes ha salido del clóset con quien le trajo al mundo, osea, su santa, bendita e inmaculada madre ( ¡no! no la suya, la mia ) .
Así es, hoy quiero extenderles un poco de lo que siente mi cogollo ( y para los de mente demente enfatizo que el cogollo no es ninguna parte situada abajo de la cintura, sino que se ubica enterrado ahí, justamente en el pecho ) exacto, mi corazón ha crecido tanto en los últimos días que casi se me sale de emoción, me he dado un baño de energía que me tiene a reventar y, no me importa, tachenme de cursi, lo siento pero realmente lo digo, cuando te haces amigo de la vida ella te consiente, si le saludas te saluda de regreso, así que berrinchudo lector, si has estado pataleando durante los últimos días tu tarea es vestir a tu existencia, pero antes de empezar por fuera hazlo desde adentro, alejate de todo lo que te cause conflicto, rencor, miedo y sufrimiento y luego piensa siempre en 'que es lo peor que puede pasar' o te lo pongo mas fácil, 'si te caes, del suelo no pasas'. Pero como no soy psicólogo ni quiero sonar a filosofía barata o a Wow! 1-2-3 la receta de felicidad, te digo que disfrutes de cada momento, incluso si te mea un canino por ahí, tú sabes que lo D-u-r-o de la vida se recuerda mucho más a la larga, así que burlate de ti mismo y así ya nadie lo hará.
Pero bueno, como les iba diciendo, resulta que mi susodicha y adorada mamá me llamo un día por teléfono porque al despistado de yo se le olvidaron unas cartas de amor, que más que de amor eran de pasión y más que de pasión ahora que lo pienso sonaban a cachondeo total, yo no las escribí claro, me las dieron por ahí. El asunto es que tan bien las escondí que hasta se me olvido en donde las puse y luego fueron desempolvadas por las manos santas de la multimencionada señora que me arrojó al mundo, ¡¡Oh Dios!! exclame yo cuando me enteré de su boca misma, era el momento de la verdad, el más esperado de mi vida, sentí que mi ropa interior se encogía cuando ella me preguntó directo: ¿Te gustan los hombres o las mujeres?... Yo por supuesto no respondí y prometí hacerle una carta, así lo hice, incluso le mande un paquete que contenía algunos escritos de los más decentes puestos en ésta misma revista, también textos hechos para Contratiempo y hasta le mande Cd's de lo que fue mi estancia en Homofrecuencia; pensé yo, si no me acepta, mínimo la vuelvo loca con tanta información ( broma, ok. ) En fin, el paquete se perdió 2 meses en el correo, tiempo durante el cual me troné los dedos, me comí las uñas y me arranque el cabello tan solo de pensar todos los días si ya le había llegado o no el bendito paquete porque ahora el chiflado iba a ser yo.
Una día abrí mi correo electrónico, su respuesta también fue escrita, exactamente esto fue lo que yo leía esa tarde: 'Te aviso que ya me llego, quiero que sepas que lo que sentí no lo entiendes, eso solo lo sentirás el día que yo me muera, pero no te fijes es natural, quisiera decirte muchas cosas pero todo saldría sobrando, lo importante es que eres tú y eres mayor de edad, si no te supe guiar u orientar por diversas razones, ya ni llorar es bueno, que Dios te bendiga, hablame'.
Consumado. Le hable, ella lloro y yo también chille. Por primera vez en nuestras vidas compartíamos momentos que por miedo siempre callamos, me dijo que siempre lo supo pero intentaba engañarse a ella misma, le dije de lo que se siente ser fastidiado en la escuela y no poder correr a nadie para pedir ayuda, ni siquiera a las mismas maestras monjas que regañaban en público al que moviera las manos como mujer.
Mamá y yo nos pedimos perdón y últimamente hemos abierto cajones que tal vez nunca antes habían sido abiertos. Hoy al escribir se que ella pronto leerá esto y por eso: Mamá, gracias por todo tu esfuerzo, gracias por ser madre y padre a la vez, por darme todo lo material que he necesitado pero sobre todo gracias por transmitirme tu nobleza, tu honestidad, tu sensatez, tu inocencia, tu carisma, tu ejemplo, tu forma de respetar a los demás, tu energía, tu pasión por la vida, tu atrevimiento, tu entereza, tu fortaleza. Hoy no puedo ser más feliz porque tú completas toda mi existencia, muchas GRACIAS por todo, y sí, te confirmo que sigue en pie tu invitación a ese show de Solo para Mujeres, yo espero que me dejen entrar.
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